viernes, 31 de octubre de 2008

La Primera Canasta del Año


Época de flipados del baloncesto. Para que os hagais una idea, cagábamos pensando en baloncesto, comíamos pensando en baloncesto, estudiábamos pensando en baloncesto. Y todo eso sin saber una mierda de baloncesto, ya que nuestra aventura baloncestística acababa de empezar como quien dice no hace ni dos años. ( Estoy hablando del año 2000 - 2001 )

No ganábamos ni tres partidos seguidos, pero seguíamos igual de flipados. No quiero ser pesado, pero es clave para resumir lo que os voy a contar.

Por el mes de Diciembre corría por nuestras perturbadas mentes que hacer en fin de año. No teníamos locales, no queríamos ir de Discoteca y mucho menos, no queríamos movernos del barrio. Es y será la última generación de pollos que no se comían una rosca en el tan solicitado barrio de Sevilla Este. Pero de repente una bombillita se encendió en alguno de nosotros y propuso al Club que se pusiera una carpa en la pista de baloncesto para albergar a esos chavales de buena familia que no querían jaleos en una ciudad problemática en la noche. Entre esos chavales, me encontraba yo, y un gran nucleo del equipo de baloncesto de Mireste, jóvenes inberbes, con granitos y con ganas de pegarse un rocetón con alguna chiquilla que anduviera por allí. A lo que se refiere la noche no estvo nada mal, para algunos mejor que otros, y para otros mejor que unos... pero YO lo triunfé. Sí, así de claro. Y os explicó.


La hora de quedada eran las 12.15 - 30, ya sabeis, ese margen de felicitar a la familia, besitos, llantos, mensajes vía móvil con el Alcatel que parecía un ladrillo... y ya me veis, a mí, a las 12.15 en la pista de baloncesto, en chaqueta y corbata, con una carpa vacía, con los invitados todos en la puerta esperando a que se llenase un poquito el recinto, con Ce Qu La La de fondo... y con la mirada puesta en un balón de baloncesto que estaba por allí perdío. El resto ya os lo podeis imaginar. El niño, maqueao de arriba abajo, coge la pelotita, se planta en la línea de 3 ( esa que tanto visita y seguirá visitando ), suelta unas palabritas en plan " os dedico la primera canasta del año ". Seguramente no existía en ese momento ningún chaval en la faz de la tierra en mi misma situación. Y lo que seguidamente se escuchó fue "chofff " triple y a bailar ese ce qu la la que me esperaba, siempre y por supuesto, acompañado de esa sonrisita de jugón que no me la quita nadie cuando se mete una canasta así.




En fin, Serafín, que así fue como metí la primera canasta del año. Esa que no sube a las estadística personales, pero sí a las de crack mundial del universo. Sólo Mike y yo, sabemos sentirnos así.